Los piercings son una forma fabulosa de expresar tu estilo y personalidad, pero para mantenerlos impecables, necesitas un cuidado adecuado. Ya sea que estés pensando en hacerte un piercing o ya lo tengas, aquí te ofrecemos una guía completa sobre cómo cuidar y proteger tu nueva joya.
- Elige un profesional de confianza: Antes de aventurarte, investiga y busca un estudio de perforación de renombre. Un profesional con experiencia reducirá el riesgo de infecciones y complicaciones. Pregunta a amigos o busca reseñas en línea para encontrar el mejor lugar.
- Sigue las instrucciones del piercer: Después de hacerte un piercing, tu perforador te proporcionará instrucciones específicas para el cuidado. Escucha atentamente y sigue sus recomendaciones al pie de la letra. Esto suele incluir limpiar el piercing con una solución salina y evitar tocarlo con las manos sucias.
- No toques el piercing: Uno de los errores más comunes es tocar o girar el pendiente. Evita hacerlo a menos que sea parte de las instrucciones de tu perforador. Tocar el piercing con las manos sucias puede llevar a infecciones.
- Limpieza con solución salina: La solución salina es tu mejor amiga cuando se trata de limpiar un piercing. Puedes comprarla en la farmacia o hacerla tú mismo con sal y agua tibia. Aplica la solución con un hisopo o una bola de algodón dos veces al día para eliminar bacterias y mantener la zona limpia.
- Evita piscinas y jacuzzis: El agua de piscinas, jacuzzis y cuerpos de agua como lagos y ríos puede contener bacterias perjudiciales que aumentan el riesgo de infección. Evita sumergirte en estos lugares hasta que tu piercing esté completamente curado.
- Cambia tu ropa de cama y toallas regularmente: Las sábanas y toallas sucias pueden ser un caldo de cultivo para bacterias. Asegúrate de mantener tu ropa de cama y toallas limpias y cámbialas regularmente para evitar la contaminación del piercing.
- Cuida tu alimentación: Una dieta equilibrada y rica en nutrientes ayuda a acelerar el proceso de curación. Consume alimentos ricos en vitamina C y zinc para fortalecer tu sistema inmunológico y promover la cicatrización.
- Evita productos químicos y maquillaje: Mantén lejos productos químicos irritantes y maquillaje de la zona del piercing. Estos pueden aumentar el riesgo de irritación y reacciones alérgicas.
- No cambies el pendiente demasiado pronto: Espera hasta que tu perforador te dé el visto bueno para cambiar tu piercing. Cambiarlo antes de tiempo puede causar irritación y complicaciones.
- Paciencia es clave: La curación de un piercing puede llevar tiempo, generalmente varias semanas o incluso meses. No te desesperes; sigue cuidándolo adecuadamente y verás resultados positivos.