El martes pasado entró en vigor una ley llamada Ley Local 18 en la ciudad de Nueva York, la cual está destinada a eliminar las rentas a corto plazo, es decir, obligar a los anfitriones que deseen alquilar sus propiedades por menos de 30 días a completar un registro.
Asimismo, los anfitriones deberán estar presentes en la vivienda durante el periodo de alquiler, lo que no será cómodo para muchos huéspedes. Muchos de los dueños han quitado sus propiedades del sitio. Sin embargo, todavía hay anfitriones que ofrecen reservas infringiendo la ley.
De acuerdo a las cifras proporcionadas por Inside Airbnb, el número de alquileres de Airbnb en NY ha disminuido un 70% después de que se pusiera en marcha la ley. La disminución entre el 4 y 5 de septiembre, representa la desaparición de aproximadamente 15,000 anuncios de alquileres en esta plataforma. El número de alquileres a largo plazo aumentó en aproximadamente 11,000, llegando a un total de 32,612.
Como resultado de esta situación, muchos alquileres de corto plazo se han convertido en anuncios de alquileres a largo plazo, que únicamente pueden reservarse por 30 días o más.
Otra restricción se refiere al número de huéspedes permitidos, el cual no puede superar dos a la vez. Airbnb, Vrbo, Booking.com y otras empresas que se encuentran en este mercado, deben asegurarse de que la solicitud de registro del anfitrión haya sido aprobada antes de proporcionar un hospedaje. Asimismo, algunas personas afirman que esto ha traído un aumento en la delincuencia y el ruido a comunidades que antes eran muy tranquilas.
La declaración también señaló que la Ley de Registro de Alquileres a corto plazo también requiere que se mantenga una lista de edificios prohibidos. Esta lista estará compuesta por propiedades donde no se permiten alquileres a corto plazo en absoluto.
Airbnb no debe estar muy contento con la represión. Sin embargo, representantes de la empresa comentaron al New York Times que es únicamente una “prohibición de facto”, es decir una acción llevada a cabo sin necesariamente poseer un reconocimiento jurídico.