Venecia es conocida por ser una de las ciudades más bellas y románticas del mundo, pero lamentablemente, su futuro es incierto. La ciudad se encuentra en una situación muy delicada y peligrosa debido a la combinación de factores como el aumento del nivel del mar, la erosión de los suelos y la falta de mantenimiento adecuado. Como resultado, Venecia se enfrenta a una inminente desaparición en unos años si no se toman medidas inmediatas.
El problema más grave que enfrenta Venecia es el aumento del nivel del mar. La ciudad está construida sobre una serie de islas y está rodeada de agua. En los últimos años, el nivel del mar ha aumentado significativamente debido al cambio climático y esto ha causado inundaciones en la ciudad. En 2019, la ciudad sufrió su peor inundación en más de 50 años, lo que causó graves daños a los edificios y las infraestructuras.
Además, la ciudad también enfrenta la erosión del suelo debido al aumento del tráfico de barcos en la laguna. Los barcos grandes que navegan por la laguna causan olas que erosionan las orillas y los cimientos de los edificios. Además, la falta de mantenimiento adecuado ha llevado a la erosión de los canales y vías fluviales de la ciudad, lo que ha llevado a su colapso.
A pesar de los esfuerzos para salvar Venecia, incluyendo la construcción de un sistema de barreras móviles para proteger la ciudad de las inundaciones, muchos expertos creen que es solo una solución temporal. La severidad de las inundaciones, sin embargo, va en aumento. Al punto que, cada año, las autoridades locales instalan pasarelas peatonales a lo largo de la ciudad. Además de los puentes que se construyeron en el Renacimiento, el cambio climático está forzando a Venecia a adaptar su vialidad. De no revertirse la tendencia, el clásico puerto italiano podría sucumbir bajo las aguas.
La situación preocupa ya que, según un estudio publicado por European Geosciences Institution, la ciudad podría quedar completamente sepultada bajo el agua marina para 2100. Todo dependerá, explican los investigadores, de las variaciones que haya en el nivel del mar Adriático en los próximos años, estrechamente relacionadas con los cambios en el Mediterráneo.