Estamos a 2 meses de Halloween, ese día donde los niños salen a pedir dulces, vemos todo tipo de disfraces, se hacen fiestas y se huele el “terror”.
Cuando pensamos en estas fechas nos vienen a la mente personajes de todo tipo, pero probablemente uno de los más comunes sean las brujas de risa malévola y narices con verrugas que vuelan en su escoba frente a una luna llena.
Los orígenes de esta celebración se remontan a una festividad celta llamada Samain, que se festeja en la víspera del día 1 de noviembre, la cual ha sido descrita por celtas e historiadores como la noche en la que los espíritus están autorizados a deambular en el mundo de los vivos, cuando las puertas entre este mundo y el próximo estaban abiertas (Alberro 2004: 257-58 y passim). Samain marcaba el final de un año y el comienzo de uno nuevo.
Los equivalentes de Samain en el mundo cristiano son el Día de Todos Los Santos, introducido por el Papa Bonifacio VI en el siglo VII para suplantar este festival pagano de los muertos, y Halloween como forma no religiosa.
Pero ¿y las brujas?, hasta ahora se ha hablado solo sobre espíritus, pero no sobre estos seres tan malvados. A lo largo de nuestras vidas hemos escuchado historias sobre ellas, sobre magia oscura generalmente relacionada con demonios; incluso sabemos que, a lo largo de la historia, la sociedad y la iglesia han perseguido, torturado y asesinado a mujeres falsamente acusadas de brujería por diversas razones, pero, sobre todo por cosas que hoy vemos muy simples como leer y estudiar. Pero es de esta trágica historia donde encontramos una palabra clave, mujer. ¿Por qué las brujas son siempre mujeres?
Si bien, han existido historias sobre magos o hechiceros, estos han sido presentados y recibidos de una forma completamente distinta. Todos conocemos a Merlín, el gran mago de las leyendas artúricas, un mentor y sabio; pero esto nunca ha ocurrido con mujeres. Aunque ambos utilizan poderes fuera del plano terrenal, la mujer siempre se considerará “más mala” que su igual masculino. La bruja es una mujer con rasgos directivos, que toma decisiones, característica que tienen todas las mujeres acusadas de brujería. Esta fuerza o poder femenino es visto como una amenaza, como algo peligroso; es un plus para darle a esta figura este toque de maldad.
Y es aquí donde todo cobra sentido, como ya se mencionó anteriormente, la imagen física que tenemos de las brujas es de esta mujer vestida de negro, con sombreros puntiagudos, que vuelan en escobas; pero esta imagen no es una casualidad. Históricamente, la producción de cerveza era considerada una ocupación de mujeres ya que se hacía domésticamente. En la Edad Media, las tabernas y mesones eran algunos de los negocios con mayor presencia de mujeres, que se ocupaban desde la fabricación de la bebida hasta, frecuentemente, la gestión del propio local. Algunas de ellas también la vendían en los mercados y así podían conseguir unos ingresos extra o, en el caso de que fueran viudas, incluso mantener a su familia.
Curiosamente, las cerveceras utilizaban ropa oscura, como era común en las comunidades protestantes que predicaban la austeridad; también usaban los famosos sombreros puntiagudos ya que buscaban destacar en medio de las aglomeraciones de los mercados y los clientes pudieran identificarlas fácilmente. El famosísimo caldero negro de las posiciones simplemente era la olla donde se preparaba la cerveza. Y la escoba se utilizaba para dos cosas, desgranar la cebada y para indicar que la cerveza ya estaba lista ya que la colocaban en la fachada de la casa y la gente se acercara a comprar.
La figura de la bruja (o en específico las características de las mujeres acusadas de ser brujas) pone en jaque las normas sociales ya que, al ser viuda o soltera, es prácticamente independiente de la figura masculina en su familia (no tiene marido, ni hijos y no debe responder a ningún hombre).
Otro personaje relacionado frecuentemente con las brujas son los gatos negros, y estos también tienen una explicación. Desde sus orígenes, los roedores han sido los grandes enemigos de quienes se dedicaban a producir cerveza ya que se comían los granos y además podían esparcir enfermedades. Es por esto que los gatos eran de gran ayuda ya que ayudaban a mantener a los roedores lejos de los graneros. Lamentablemente, padecieron el mismo estigma que sus dueñas, se les acusó de ser espíritus malignos o incluso las propias brujas transformadas.
La producción de cerveza era mayoritariamente femenina hasta que a principios del siglo XVI se puso en marcha la Reforma protestante, un movimiento que era mucho más estricto que el cristianismo católico en cuanto a lo que una mujer “decente” debería hacer, entre otras cosas mantenerse alejada del alcohol. Así, las mujeres cerveceras empezaron a ser vistas con malos ojos. De igual forma, debido a la gran competencia que había en la industria cervecera, es posible que algunos cerveceros acusaran a estas mujeres de practicar la brujería y fabricar pócimas. Por supuesto los rumores corrían rápidamente en estas comunidades que a menudo eran extremadamente supersticiosas.
Asimismo, la imprenta jugó un papel importante, pues los cuentos populares que hablaban sobre brujas comenzaron a ser ilustrados con esta imagen, llegando así hasta nuestros días.
La fiesta de Halloween moderna ya no es tan cercana a su origen, por eso ahora nos encontramos con todo tipo de criaturas y seres malvados y perversos; de ahí la inclusión de personajes como el conde Drácula, Frankenstein, momias y, por supuesto, brujas.
La imagen de las brujas es la prueba de una sociedad históricamente machista que ha buscado las más extremas formas de detener el crecimiento de las mujeres en sociedad. Esto no quiere decir que de ahora en adelante quedan prohibidas las brujas de las celebraciones de Halloween, o que tiremos a la basura todos nuestros sombreros y disfraces; lo que importa aquí es, más que nada, conocer la historia, entender su origen y reivindicar a todas esas mujeres que, por buscar su individualidad, fueron perseguidas.
Fuentes:
- Abel, G. M. (2021) Cuando las brujas hacían cerveza. National Geographic. Recuperado el 3 de septiembre de 2022, desde: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/cuando-brujas-hacian-cerveza_16509
- Alberro, M. (2004) El antiguo festival céltico pagano de Samain y su continuación en la fiesta laica de Halloween, el día de los difuntos cristiano y el día de muertos en México. 6 (12). Recuperado el 3 de septiembre de 2022, desde: https://revistascientificas.us.es/index.php/araucaria/article/view/1077
- Díaz, L. (2016) Brujas y hechiceros: género, religiosidad y colonialidad en la cotidianidad santiagueña (Argentina). Recuperado el 3 de septiembre de 2022, desde: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-75502016000200016
- Mark, J. J. (2019) Merlín. Recuperado el 3 de septiembre de 2022, desde: https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18148/merlin/
- Opitz, C. (s/f) De la misoginia del “Martillo de Brujas” a la filogenia de Agrippa von Nettesheim: la imagen de la bruja y la “Querelle des femmes” hacia 1500.