Adiós a los días del yoga minimalista y las velas beige. En 2025, el wellness se volvió colorido, divertido y con actitud. Lo llaman “pop wellness”: una mezcla entre autocuidado real y estética brillante.
Los teens ya no buscan perfección espiritual, sino equilibrio entre lo emocional y lo estético. Según un informe de The Future Laboratory, el 62 % de los Gen Z prefieren rutinas de bienestar que sean “emocionalmente auténticas, no solo saludables”. Por eso vemos spas neón, bebidas de colores psicodélicos con adaptógenos, y journaling con stickers.
El bienestar ahora es expresivo. Apps como Finch o Mood Bloom convierten el autocuidado en un juego, mientras hashtags como #MentalHealthAesthetic superan los 3 mil millones de vistas en TikTok.
Y aunque hay quien critica la “comercialización” del bienestar, para muchos teens es una forma de hacerlo accesible y menos solemne. No necesitas ser espiritual: basta con cuidar tu energía y hacerlo con estilo.
Tu web puede explorar cómo la generación del burnout encontró su equilibrio entre el cuidado real y el diseño bonito, redefiniendo lo que significa “estar bien”








