El verano ya no se trata solo de brillar, sino de fluir. Este 2025, la moda de temporada llega más relajada, sensible y visual que nunca. Colores suaves pero inesperados, siluetas amplias, tejidos ligeros y prendas que invitan al movimiento. Lo que se lleva este verano no grita… pero sí dice mucho. Y lo dice bonito.
Según los reportes de tendencias de Pantone, WGSN y Lyst Index, los colores estrella del verano 2025 serán el butter yellow (amarillo mantequilla), el celeste grisáceo, el rojo laca, el menta diluido y el infaltable blanco leche. Tonos suaves, limpios y frescos que, lejos del neón, evocan calma y elegancia sutil. Es un verano para verse luminosa sin parecer disfrazada.
En cuanto a prendas, el top 3 es claro: faldas largas fluidas (de lino o seda), blusas sin mangas estilo halter o bandeau, y pantalones rectos en telas frescas. También se imponen los vestidos con siluetas relajadas, escotes rectos y detalles orgánicos como nudos, plisados o botones forrados. Todo lo que se siente suelto, aireado y sin estructura innecesaria es protagonista. Es la estética de “me vestí bonito, pero sin esfuerzo”.
Los accesorios también cambian de ritmo: lentes de sol geométricos (triangulares o rectangulares), bolsas tejidas en yute o red tipo pesca, y joyería de formas amorfas (como piezas de resina o metal líquido). El bucket hat se queda, pero en tonos neutros. Y las sandalias favoritas son planas, con tiras delgadas o tipo gladiadora minimalista.
El auge del “quiet luxury” y el “slow dressing” influye fuerte: prendas versátiles, bien hechas, con cortes que no pasan de moda pero se sienten actuales. Lo aesthetic este verano se fusiona con lo práctico. Y las marcas independientes o de diseño local ganan terreno frente al fast fashion, especialmente entre jóvenes que buscan identidad visual sin sobreconsumo.
Así que si estás armando tu clóset de verano, piensa en prendas que se muevan contigo, que se sientan suaves al tacto y que te hagan ver fresca sin esfuerzo. Este 2025, la moda no se trata de impresionar. Se trata de sentirte bien vestida, en paz y luminosa. Como si el sol también saliera desde dentro.