Hola a todos los papás y mamás que están en la increíble montaña rusa de la crianza. ¿Han oído hablar de la crianza consciente? Es como ese amigo sabio que te da consejos geniales, pero en versión “parental”. Se trata de conectar más profundo con nuestros chiquitines y creemos que puede ser algo increíble para ustedes también. Así que, agarren sus tazas de café (o té, ¡somos inclusivos!) y exploremos juntos este mundo de crianza que va más allá de lo convencional.
¿Qué onda con la crianza consciente?
¿Se preguntan qué es la crianza consciente? Pues, es un poco como cuando te sumerges en una serie y no puedes dejar de mirar, pero en lugar de Netflix, es sobre estar sintonizados con tus hijos. Es sobre ser conscientes, estar en el presente y construir una conexión emocional fuerte.
- Estar ahí, en el momento: Es como cuando tu bebé te sonríe y tú dejas todo lo demás de lado para disfrutar ese momentito. Así es la atención plena en la crianza consciente.
- Empatía y compasión: Significa ser el superhéroe que entiende los berrinches y abraza los momentos difíciles. ¡Hagamos equipo con nuestros pequeños!
- Autoconocimiento: ¿Recuerdan esos tiempos de introspección universitaria? Bueno, en la crianza consciente, también lo hacemos. Conocernos a nosotros mismos nos ayuda a ser mejores padres.
¿Cómo la puedo poner en práctica?
- Escuchemos de verdad: Sí, ya sabemos que el grupo de WhatsApp suena tentador, ¡pero cuando los peques quieren hablar, dejemos el teléfono por un ratito y escuchemos de verdad!
- Tiempo de calidad: No hay necesidad de ser “superpapás”. Algunas noches de pizza y película, sin distracciones electrónicas, pueden ser la mejor terapia.
- Fluidez y adaptabilidad: ¿El plan no sale como lo pensamos? ¡Relax! La crianza consciente es como el jazz, a veces improvisamos y eso está bien.
- Dar el ejemplo: No hay que ser perfectos, pero sí buenos modelos. Si queremos hijos respetuosos, seamos padres respetuosos.

Que debemos evitar
- Castigos extremos: En lugar de castigos que asustan, busquemos maneras de enseñarles a través del entendimiento y la compasión.
- Establezcamos límites: ¡Claro que sí! La crianza consciente no es sin reglas, solo significa que podemos establecer límites con amor y firmeza.
- Conexión emocional en lugar de cosas materiales: ¿Es fácil caer en la trampa de los juguetes? ¡Sí! Pero recordemos que más que cosas, nuestros peques necesitan tiempo y amor.
- Diferencias con lo “normal” y algunos chismes: La crianza consciente se aleja de lo “normal” porque se centra en la conexión emocional y la atención plena. No es sobre reglas estrictas, ¡es sobre sentir y entender a nuestros hijos!
Claro, la crianza consciente tiene sus detractores. Algunos dicen que es demasiado permisiva, pero nosotros decimos que es sobre equilibrio y adaptabilidad. ¡No hay una talla única!
La crianza consciente es como ese playlist que te acompaña en el viaje. No es un destino, es un viaje que compartimos con nuestros hijos. La clave está en encontrar el equilibrio y adaptarnos a nuestras circunstancias únicas. Así que, mamás y papás jóvenes, ¡vamos a abrazar esta crianza consciente y hacerla nuestra propia historia familiar! Porque la vida es un poco mejor cuando la vivimos conscientemente con nuestros peques. ¡A disfrutar del camino!